
La Lonja de Garrucha.
La lonja la encontraras en la zona portuaria, la reconocerás por su techo en firma de barco. Es un buen lugar para encontrarte con el Mediterráneo levantino. Cada tarde a eso de las cinco, veras como regresan los pesqueros que partieron de madrugada. La cajas de pescado empiezan a bajar se ponen en fila y comienza el ritual de la subasta El pescado empieza a moverse de un lado a otro, hasta hace muy poco se escuchaba el cántico del subastador que va dando los precios en sentido descendente hasta que alguien la para, hoy día se ha sustituido al subastador por un ordenador, pero el sistema sigue siendo el mismo. Los pescadores jubilados siguen sin poder resistirse a esta magia y aquí los puedes encontrar, amables serviciales para aclararle al forastero cualquier duda. Lo mejor de mar una ventana abierta a las condiciones en las que se encuentra la mar. La Gamba roja de Garrucha es la estrella, llena de su intenso color la instalación. Si la visitas procura ser respetuoso , no es un lugar pensado para turistas aunque se tolera su visita, por eso procura no molestar a los que están haciendo su trabajo.
Construida en 1995 con un diseño vanguardista sustituyendo al antiguo edificio de la década de los cincuenta. En su amplia superficie se subastan a diario, a las 17.00 horas de lunes a viernes, el pescado y marisco fresco capturado por las embarcaciones de Garrucha.
Ningún turista puede perderse esta importante cita.
Su interior se encuentra decorado por dos impresionantes mosaicos, uno de ellos de la Virgen del Carmen y otro de la venerada imagen de la Virgen de los Dolores, titular de una de las cofradías de Garrucha. La imagen de la virgen es una constante en la vida de los pescadores, la virgen los protege de los peligros de la mar, a veces tan generosa y otras tan mezquina como para llevarse su tributo a costa de las personas que han hecho de ella su vida.
Texto elaboración propia a partir de reseñas aportadas por La Oficina de Turismo de Garrucha.